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Más de dos mil 500 personas esperan por un trasplante en Chile

Al cumplirse un aniversario más del fallecimiento de Pamela Toledo Ortiz, niña talquina de 12 años que en 1995 comunicó a su familia la decisión de donar sus órganos, el dele-gado presidencial regional, Humberto Aqueveque Díaz; junto a los padres de la menor, la Corporación Desavida y amigos, reforzaron el compromiso con este acto de generosidad.

En un solemne acto, realizado en la Plaza Pamela Toledo del sector Cancha Rayada de Talca, que recuerda a la menor de 12 años quien fuera la primera donante de órganos pediátrica en Chile, autoridades encabezadas por el delegado presidencial regional, Humberto Aqueveque, junto a los padres de la joven, conmemoraron un nuevo Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos Humanos.

Esta fecha nació como homenaje a Pamela Toledo Ortiz, niña de 12 años, oriunda de la capital maulina, quien en 1995 y tras padecer una enfermedad, comunicó a su familia esta decisión que permitió salvar dos vidas.

“Este día es muy importante y el seguir promoviendo este tipo de actos, que si bien la declaración de voluntad es de cada uno, es la familia la que finalmente toma la decisión y es por eso que el llamado es a respetar esta voluntad, como el caso de Pamela que salvó dos vidas”, destacó el delegado Aqueveque.

El 2019 se alcanzaron 189 donaciones en Chile, cifra récord a la fecha, pero producto de la pandemia, a nivel nacional cayó alrededor de un 30%, principalmente por la ocupación de camas UCI.

Sin embargo, la Región del Maule está dentro de los tres primeros lugares en cuanto a cantidad de donantes, no obstante, al 2022 son más de 2.500 personas que esperan por un trasplante en el país.

La madre de Pamela Toledo, María Elia Ortiz, expresó que cuando la menor manifestó su voluntad, como familia respetaron su decisión. “Los médicos dijeron que la niña era una perfecta donante y, cumpliendo su último deseo, accedimos a esta petición, nos acercamos a los doctores y les comunicamos lo que la Pame quería”, explicó.

Cuando se produjo el fallecimiento de Pamela, el aeródromo de Panguilemo no contaba con luces para el aterrizaje nocturno, por lo que se estaba contra el tiempo para que sus órganos llegaran a Santiago. Esto, motivó a que para cumplir el deseo de la menor, familiares y amigos, con sus automóviles particulares, iluminaron el lugar para que el avión de la Fuerza Aérea pudiera aterrizar.

Roberto Toledo, padre de Pamela, recalcó que la niña ya no sólo es su hija sino que es de todos. “Fue alguien que salió del común de la gente y sirve para informar a la comunidad que donar órganos es importante, y es una decisión que podemos tomar, cuesta, pero sirve para salvar vidas”, agregó.

 

 

 

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